Suelos sanos contribuyen a contrarrestar el cambio climático
Los suelos sanos fomentan cultivos sanos, y eso contribuye a toda una cadena positiva en el planeta.
Suelos sanos y productivos fomentan cultivos igualmente sanos y aportan a toda una cadena positiva alrededor del mundo, según ha expresado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo con la FAO, proteger la salud de las plantas ayuda a erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Contar con plantas sanas es una de las principales herramientas para combatir los efectos del cambio climático, ya que alrededor del 40% de los cultivos mundiales destinados para alimentación de la humanidad se pierden cada año a causa de plagas y enfermedades vegetales, que también son propiciadas por el alza de temperaturas a consecuencia del cambio climático global. A todas luces, un círculo virtuoso que también puede convertirse en uno vicioso si se descuida.
Cada año, en diciembre, se celebra el Día Mundial del Suelo, y la FAO recordó el año anterior que este es un recurso vivo que alberga más del 25% de la biodiversidad del planeta.
Se estima que solo el 1% de las especies de microorganismos del suelo se conoce actualmente, en comparación con el 80% de las especies de plantas. Los organismos ayudan al suelo a almacenar carbono y pueden descomponer ciertos contaminantes. Además, aproximadamente el 90% de los organismos vivos habita o pasa parte de su ciclo de vida en los suelos.
De ahí que la FAO, gobiernos y comunidades luchan contra la degradación de los suelos, cuya superficie se cree ya degradada en un 33%, aproximadamente, a nivel mundial.
Por ejemplo, entre 2016 y 2019, Panamá, en conjunto con la FAO y 14 países más, implementó un proyecto de manejo sostenible de tierras. Este incluyó una serie de medidas para evitar la degradación de suelos, entre las que pueden mencionarse: incorporación de rastrojos a los suelos, diversificación de los cultivos, agregado de materia orgánica y abonos, entre otros.
En la medida que se cumpla con todas estas disposiciones se garantizará un círculo virtuoso entre suelos sanos y reducción del cambio climático, para beneficio de la humanidad.