Un día en una ciudad sostenible: un futuro que ya estamos construyendo
Mayo 8, 2025
El sol de la mañana ilumina las calles mientras Tomás se dirige a su trabajo. Vive a pocas manzanas, así que suele ir a pie, aprovechando el trayecto para pasar por el parque central, uno de sus rincones favoritos de la ciudad. Le atraen la sombra fresca y la suave brisa que fluye entre los árboles. Bajo su copa, el aire se siente más limpio y ligero.
La arboricultura urbana ha transformado su ciudad. Los árboles no solo le han dado un rostro más verde, sino también un aire más fresco y libre de contaminantes. Ayudan a reducir el calor y ofrecen refugio a aves y otras especies. Su sombra y su acertada ubicación son un recordatorio de cómo una planificación urbana bien pensada puede garantizar la convivencia armónica entre el arbolado y la infraestructura de la ciudad.

Mientras camina, Tomás nota cómo el habitual bullicio del tráfico, tan presente hasta hace algunos años, ha ido disminuyendo gracias a la creciente presencia de vehículos eléctricos. Esta transformación ha liberado el entorno de la contaminación acústica y de los gases de combustión que antes saturaban el ambiente. Caminar por la ciudad se ha vuelto una experiencia mucho más tranquila y saludable.
Al llegar al edificio donde se encuentra su oficina, atraviesa un amplio corredor iluminado con luces LED; el lugar forma parte de una de las muchas edificaciones que han adoptado sistemas eléctricos diseñados para maximizar el ahorro energético. Comercios e industrias de la zona también han incorporado principios de eficiencia para operar de manera sostenible. En su ciudad, Tomás es testigo de cómo este tipo de soluciones se convierten en realidades concretas que mejoran la calidad de vida de sus habitantes y ayudan a preservar el entorno de forma segura y respetuosa con el medio ambiente.

Hacia un mundo más sostenible
Esta historia ilustra algunas de las características presentes en una ciudad sostenible, un concepto que ha emergido como un modelo de desarrollo urbano capaz de equilibrar el progreso económico con la protección del medio ambiente y el bienestar social, y que busca responder a los significativos desafíos que el crecimiento acelerado de las ciudades plantea en términos de sostenibilidad, calidad de vida y resiliencia climática.
Elementos como la arboricultura urbana, la electromovilidad y la eficiencia energética forman parte integral de este enfoque y son cada vez más relevantes en la planificación de las urbes del futuro. En El Salvador, organizaciones como AES están apostando por este tipo de iniciativas que permiten aportar a la construcción de ciudades más saludables, habitables y resilientes para las generaciones presentes y futuras.
Por ejemplo, sus Seminarios de Arboricultura Urbana, llevados a cabo anualmente desde 2016, han creado una plataforma para compartir conocimientos técnicos y científicos sobre el manejo adecuado y responsable de los árboles en las zonas urbanas.
En el campo de la movilidad sostenible, AES El Salvador también ha dejado huella. Con la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos a lo largo del país, la asesoría a empresas en la transición de sus flotas y la renovación paulatina de su propia flota operativa por vehículos eléctricos, la empresa ha sido pionera en la promoción de la electromovilidad en el país.
Finalmente, su apuesta por la consolidación de una cultura de eficiencia energética ha permeado en diferentes sectores de la sociedad. A través de programas educativos para la comunidad sobre el uso seguro y eficiente de la energía, sus ediciones anuales del Curso de Eficiencia Energética Industrial y campañas en medios masivos, AES ha promovido una cultura de ahorro y consumo responsable de este recurso.
A ello se suma el desarrollo de todo un catálogo de productos y servicios —iluminación eficiente, techos solares para autoconsumo, auditorías de eficiencia energética, entre otros— a disposición del sector comercial e industrial para apoyarles en su transición hacia operaciones más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
De esta manera, las ciudades sostenibles no son fruto del azar; son el resultado de una transformación integral que abarca múltiples dimensiones del entorno urbano; apostar por la arboricultura urbana, la electromovilidad y la eficiencia energética son algunas de ellas. Al incorporar estos pilares en sus estrategias, empresas como AES El Salvador contribuyen activamente a esta transformación, demostrando que el camino hacia ciudades más resilientes, eficientes y habitables es, al mismo tiempo, el camino hacia un mundo más sostenible.
