Con botas, casco y determinación: Cesia Gálvez ilumina el camino de las mujeres en el sector eléctrico
Mayo 12, 2025
En medio del bullicioso Mercado Central de San Salvador, una mujer con casco, botas y guantes se mueve con confianza entre los puestos. Es Cesia Gálvez, una mujer empoderada que, a sus más de 50 años, desafió las normas no escritas del mercado laboral salvadoreño y encendió una nueva etapa en su vida.

Hoy, Cesia se desempeña en el área de censos de carga en la empresa QVC contratista de AES CAESS, una labor que requiere conocimientos técnicos, paciencia y mucha interacción humana. Y en eso, su personalidad extrovertida y carismática se convierte en un activo. “Me gusta hablar con la gente, escuchar sus historias. A veces me dicen: ‘¡Usted es la primera mujer electricista que veo por aquí!’ Y yo les sonrío. Les digo que "no seré la última", relata entre risas.
El giro inesperado
Retrocedamos a 2021. Como muchas mujeres mayores de 40 años, Cesia enfrentaba un escenario difícil: desempleo, pocas oportunidades y la incertidumbre de un futuro económico inestable. “Buscaba trabajo y me encontraba con puertas cerradas. No era falta de capacidad, era cuestión de edad y, a veces, de género”, comenta con franqueza.
Fue entonces cuando escuchó sobre los Cursos de Instalaciones Eléctricas Residenciales de Cuarta Categoría, una iniciativa impulsada por AES El Salvador y el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), diseñada para fomentar la participación femenina en oficios tradicionalmente masculinos y promover el desarrollo económico y social. Cesia no lo pensó dos veces: se inscribió. “Aprender electricidad fue como encender una luz dentro de mí. Me dije: ‘Si los hombres pueden, yo también’”, recuerda con orgullo.

Rompiendo barreras
La historia de Cesia no es un caso aislado, pero sí poco común en un sector aún dominado por hombres. Según datos del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, la participación femenina en oficios técnicos como la electricidad es inferior al 10 %. Las razones son muchas: estigmas de género, falta de formación accesible y prejuicios culturales profundamente arraigados.
No obstante, iniciativas como las de AES e ISDEMU buscan revertir esa tendencia. “Queremos que más mujeres se vean reflejadas en historias como la de Cesia. No solo es posible, sino necesario que las mujeres participen activamente en sectores técnicos y estratégicos para el país”, comenta Virginia Trujillo, Directora de Comunicaciones y Relaciones Externas de AES El Salvador.
Para Cesia, el cambio no ha sido solo profesional, sino personal. “Hoy me siento útil, independiente. Ya no espero que alguien me dé trabajo, yo lo salgo a buscar con mis herramientas en mano”, afirma con convicción.
Su experiencia también la ha llevado a convertirse en una especie de embajadora no oficial de la energía. “A veces otras mujeres me preguntan si es difícil, si vale la pena. Y yo siempre les digo: ‘El reto es grande, pero la satisfacción es aún mayor’”.
El futuro de la energía es femenino
Aunque aún hay mucho camino por recorrer, historias como la de Cesia demuestran que la empleabilidad de la mujer en el sector eléctrico no solo es viable, sino transformadora. La formación técnica accesible y el cambio de paradigmas son claves para que más mujeres sigan sus pasos, pues, como Cesia afirma: “La electricidad me enseñó que siempre hay una forma de volver a brillar, aunque todo parezca oscuro.”
