En el último año, el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa, no solo en miles de millones de mascarillas, sino también en guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar.
A más de un año de la pandemia, el manejo integral de desechos es vital para evitar, sobre todo, la propagación del virus por otras vías o focos de contagio. En ese sentido, muchas empresas y gobiernos se encuentran haciendo lo propio para gestionar de forma responsable sus desechos.
Por ejemplo, la empresa multinacional mexicana Genomma Lab anunció recientemente que buscará asegurar su gestión de reciclaje y planes de manejo integral de residuos para evitar que estos terminen en el suelo o en los océanos.
Genomma Lab tiene presencia en alrededor de 18 países de América, donde comercializa productos de cuidado personal y medicamentos de venta libre. Para alcanzar sus objetivos, la empresa forma parte del Plan de Economía Circular y Manejo de Residuos, impulsado en México por la Asociación Nacional de la Industria de Productos del Cuidado Personal del Hogar.
Este plan contiene metas de reciclaje para 2025 y 2030 de los envases y empaques plásticos del sector, al comenzar el primer año de acopio con una meta del 10%. Genomma se ha planteado el objetivo, en los próximos cuatro años, de manejar empaques secundarios de cartón provenientes de bosques certificados; también que los empaques terciarios sean 100% reciclados y reciclables, además de reducir el uso de cartón y plástico virgen en envases y empaques.
Por su parte, muchas naciones a nivel mundial han acelerado la aprobación de políticas y leyes de reciclaje, con el fin de lograr un manejo responsable e integral de residuos o desechos. Todas estas buenas prácticas ya venían siendo una preocupación seria antes de la pandemia, pero desde marzo del año pasado, según Naciones Unidas, el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa, no solo en miles de millones de mascarillas, sino también en guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar.
De acuerdo con Naciones Unidas, de no tomar medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado, lo que causará contaminación y enfermedades en las zonas más vulnerables del planeta.
Además, la pandemia podría revertir cualquier progreso realizado en la reducción del consumo de plástico de un solo uso, con un aumento asombroso en el uso de desechables como mascarillas y protectores faciales, guantes, botellas de desinfectante para manos, trajes médicos protectores, kits de prueba, recipientes para llevar comida, empaques de entrega y muchos otros productos que se han vuelto indispensables para evitar contagios.
Por ejemplo, un estudio estimó que si la población mundial usara la misma cantidad de mascarillas y guantes que se usó en Italia en la primavera de 2020, se estaría consumiendo alrededor de 129,000 millones de mascarillas y 65,000 millones de guantes mensualmente. De hecho, las ventas globales de mascarillas desechables podrían haber alcanzado unos 166,000 millones de dólares en 2020, un aumento de 200 veces en comparación con 2019, cuando se vendió cerca de 800 millones de dólares.
Como quiera que se vea, la pandemia ha obligado a consumir productos derivados del plástico, por lo que el manejo integral de esos desechos también obliga a ser responsables para evitar que los artículos de protección personal que protegen a la población mundial, al ser desechados de formas inadecuadas, representen un foco de mayor contagio de esta y otras enfermedades.