EdTech es el estudio y la práctica ética de facilitar el aprendizaje y mejorar el rendimiento mediante la creación, el uso y la gestión de procesos y recursos tecnológicos apropiados.
Hoy más que nunca, las nuevas tecnologías en la educación, sobre todo en tiempos de pandemia, buscan facilitar el aprendizaje, pero sin sustituir en lo absoluto a los profesores.
En ese sentido, las empresas dedicadas a la Educational Technology (EdTech) o “tecnología educativa” buscan reunir lo mejor de la tecnología para mejorar y facilitar la educación, profundizar en el compromiso de estudiantes y profesores, y aumentar la retención de conocimientos.
La Association for Educational Communications and Technology (AECT) define la EdTech como el estudio y la práctica ética de facilitar el aprendizaje y mejorar el rendimiento mediante la creación, el uso y la gestión de procesos y recursos tecnológicos apropiados.
El sector se ha vuelto muy rentable a raíz de la alta demanda desde marzo del 2020, cuando el distanciamiento social para prevenir contagios obligó a llevar las aulas a los hogares.
Por ejemplo, de acuerdo con Credit Suisse —fondo domiciliado en Luxemburgo y creado para invertir en la digitalización del sector educativo— la educación digital tiene un alto potencial de crecimiento; se espera que el gasto en educación se duplique en los próximos 15 años, siendo digital solo el 2% del mercado mundial de educación actualmente, lo que da una idea del potencial de negocio del sector.
Además, se prevé que en 2025 el gasto mundial en EdTech crecerá de forma significativa en varios segmentos clave. Solo el gasto en realidad virtual y aumentada aplicado a la educación se estima que pasará de unos 1.6 millones de dólares que tuvo en 2018 a casi 13 millones de dólares en 2025.
Por su parte, de acuerdo con Statista —empresa alemana especializada en datos de mercado— las previsiones indicaban que el mercado mundial del software y aplicaciones educativas acumularían, el año pasado, ingresos de casi 8,000 millones de dólares.
Así, recientemente, en España se ha resaltado el éxito de algunas startups que buscan facilitar el aprendizaje. Entre ellas destaca el proyecto Singularity Experts, una aplicación centrada en la etapa de secundaria y bachillerato, la cual hace uso de la inteligencia artificial para ayudar a los alumnos a seleccionar los estudios adecuados para realizar trabajos en el futuro.
También destaca la app Papúa, que sirve como herramienta de ayuda para aprender inglés de forma intensiva. Mientras que el proyecto WowPlay Experience, se encarga de llevar el aprendizaje de las disciplinas de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) a los hogares, a través de un kit por suscripción, con el que los niños pueden divertirse realizando experimentos con realidad aumentada, con la ayuda de sus padres.
En conclusión, la tecnología avanza y contribuye a alcanzar el aprendizaje necesario en este ambiente que, en muchos países, aún sigue siendo de confinamiento, pero también se necesita de la disciplina y el compromiso de estudiantes y docentes para asimilar e impartir, respectivamente, los contenidos en esta nueva realidad.